De Pueblo Viejo de la Tuna
a
la Nueva Ciudad de Isabela
I-Datos Generales
Esta situado al noroeste de Puerto Rico. Mide 56 millas cuadradas, tiene 14 barrios y su población actual es de 48 mil habitantes. Fue fundado en el 1818 y aceptado oficialmente como Municipio en el 1819. Su patrón es San Antonio de Padua.
II- Origen
En la época precolombina estas tierras fueron pobladas por los tainos. En tiempo de la conquista española, el jefe de esta región era el cacique Mabodamaca. Cuenta la leyenda que en un colorido atardecer una bandada de guatibirís {pitirres} se mantenían alerta en el bosque. Juracan el dios de la fuerza del mal, se avecinaba con fuertes lluvias. Los coquíes anunciaron la llegada de la noche en el Yucayeque del Guajataca y todos los caciques de la región de Aymaco se reunieron para dar comienzo al Areyto. La muerte de Agüeybana II, su sobrino recordaba el evento con sentimiento de coraje y venganza.
Durante el Areyto el cacique Mabodamaca comenzó a danzar y a invocar a Lucuo, dios protector de Borinquen, y le pide que si muere en batalla su rostro siempre este cerca de su pueblo para protegerlo.
Los caciques decidieron sorprender a los españoles. Se proclamó la guerra y a los cánticos de guerra se le unieron coros de guatibirís, ruiseñores, cotorras, y coquíes anunciando la feroz batalla.
Cerca de 600 indios Taínos se enfrentaron a los españoles dirigidos por Mabodamaca quien con un feroz grito llama a la batalla al conocido soldado español Diego de Salazar. Ni el disparo de arcabuz (rifle) que recibiera el cacique lo detuvo para estimular con un grito de guerra a sus naborias (clase trabajadora). Fueron derrotados con un saldo de 150 indios muertos y otros tantos heridos.
III- Pueblo Viejo de la Tuna
En el 1725 se fundó en las inmediaciones al río Guajataca el poblado de San Antonio de la Tuna y construyeron la Ermita de la Tuna cuyas ruinas aún conservamos. El poblado comprendió los actuales municipios de Camuy, Quebradillas e Isabela. Ya para el 1810 estos barrios se convirtieron en poblados. Actualmente las ruinas de la Ermita están bien preservadas y en ellas se han descubierto fósiles de indígenas, criollos y mulatos que nos dan una valiosa evidencia del origen del puertorriqueño.
IV- Traslado al Barrio de Isabela
En 1818 se fundó un nuevo poblado escogiéndose al barrio de Isabela por ser un punto estratégico geográfico y comercial. En 1819 quedó oficialmente fundado Isabela en honor a la Reina Isabel de España. Pronto se edificó una Iglesia y se compró los terrenos para una plaza pública.
Esta primera Plaza representó los sueños y aspiraciones de un pueblo que nacía. A este lugar espacioso y abierto cubierto de plantas y árboles se le dio el nombre de Plaza Pública y Civil.
Fueron muchos los eventos y acontecimientos que pasaron en Puerto Rico y en Isabela durante las siguientes décadas. Algunos de estos eventos fueron: la primera protesta de esclavos ocurrida en Isabela (1841), el Código Negro (1847), la redacción de los 10 mandamientos de los hombres libres (1867), el Grito de Lares (1868) y la abolición de la esclavitud (1873). Nuestros ciudadanos residentes isabelinos siempre estuvieron preocupados por la “cuestión social” que no era otra cosa que el prejuicio y discrimen racial contra los africanos. A los 54 años de haberse fundado nuestra Plaza Pública y Civil el Consejo Municipal la bautizó con el nombre de Plaza de la Concordia un 13 de abril de 1873.
Con este nombre nuestro Gobierno Municipal quiso dejarle saber a nuestros esclavos y libertos que con la abolición de la esclavitud ocurrida el 22 de marzo de ese año, se había logrado un estado de paz y armonía en la sociedad civil puertorriqueña. Isabela fue el único pueblo de la isla que bautizó la Plaza Pública para simbolizar la magnitud de este evento. Nuevamente la Plaza, esta vez a través de su nombre representó los anhelos de una sociedad mas justa y equitativa para todos. La Plaza de la Concordia de Isabela mantuvo su nombre por los restantes 27 años y hasta finalizado el siglo XIX.
Con la llegada de un nuevo siglo y unos nuevos estilos de gobierno para Puerto Rico, producto de la guerra cubano-hispano-americana, nuestra isla paso a manos de los Estados Unidos. Para los isabelinos la llegada del sistema democrático estadounidense representó sus ansias de libertades y derechos que no habían tenido, pero que muchos de sus hijos le habían reclamado a España.
El Consejo Municipal decidió para verano de 1900 cambiar el nombre de la Plaza y re-bautizarla con el nombre de la Plaza Corchado en honor a Manuel Corchado y Juarbe, fiel defensor de los derechos puertorriqueños, opositor tenaz de la pena de muerte y ferviente defensor de la abolición de la esclavitud. El ilustre isabelino fue un vivo ejemplo de lo que es la concordia. Una vez más la Plaza Pública a través de su nuevo nombre representó las aspiraciones de los isabelinos por tener las bondades y derechos de la democracia.
Con la llegada del nuevo milenio, nuestra Plaza se remodela para atemperarla a las necesidades de convivencia social y desarrollo económico logrando así su propósito de entrelazar las aspiraciones individuales y los sueños colectivos para una mejor calidad de vida para todos los isabelinos y residente de Isabela.
V- Pueblo de Isabela
a
la Nueva Ciudad de Isabela
I-Datos Generales
Esta situado al noroeste de Puerto Rico. Mide 56 millas cuadradas, tiene 14 barrios y su población actual es de 48 mil habitantes. Fue fundado en el 1818 y aceptado oficialmente como Municipio en el 1819. Su patrón es San Antonio de Padua.
II- Origen
En la época precolombina estas tierras fueron pobladas por los tainos. En tiempo de la conquista española, el jefe de esta región era el cacique Mabodamaca. Cuenta la leyenda que en un colorido atardecer una bandada de guatibirís {pitirres} se mantenían alerta en el bosque. Juracan el dios de la fuerza del mal, se avecinaba con fuertes lluvias. Los coquíes anunciaron la llegada de la noche en el Yucayeque del Guajataca y todos los caciques de la región de Aymaco se reunieron para dar comienzo al Areyto. La muerte de Agüeybana II, su sobrino recordaba el evento con sentimiento de coraje y venganza.
Durante el Areyto el cacique Mabodamaca comenzó a danzar y a invocar a Lucuo, dios protector de Borinquen, y le pide que si muere en batalla su rostro siempre este cerca de su pueblo para protegerlo.
Los caciques decidieron sorprender a los españoles. Se proclamó la guerra y a los cánticos de guerra se le unieron coros de guatibirís, ruiseñores, cotorras, y coquíes anunciando la feroz batalla.
Cerca de 600 indios Taínos se enfrentaron a los españoles dirigidos por Mabodamaca quien con un feroz grito llama a la batalla al conocido soldado español Diego de Salazar. Ni el disparo de arcabuz (rifle) que recibiera el cacique lo detuvo para estimular con un grito de guerra a sus naborias (clase trabajadora). Fueron derrotados con un saldo de 150 indios muertos y otros tantos heridos.
III- Pueblo Viejo de la Tuna
En el 1725 se fundó en las inmediaciones al río Guajataca el poblado de San Antonio de la Tuna y construyeron la Ermita de la Tuna cuyas ruinas aún conservamos. El poblado comprendió los actuales municipios de Camuy, Quebradillas e Isabela. Ya para el 1810 estos barrios se convirtieron en poblados. Actualmente las ruinas de la Ermita están bien preservadas y en ellas se han descubierto fósiles de indígenas, criollos y mulatos que nos dan una valiosa evidencia del origen del puertorriqueño.
IV- Traslado al Barrio de Isabela
En 1818 se fundó un nuevo poblado escogiéndose al barrio de Isabela por ser un punto estratégico geográfico y comercial. En 1819 quedó oficialmente fundado Isabela en honor a la Reina Isabel de España. Pronto se edificó una Iglesia y se compró los terrenos para una plaza pública.
Esta primera Plaza representó los sueños y aspiraciones de un pueblo que nacía. A este lugar espacioso y abierto cubierto de plantas y árboles se le dio el nombre de Plaza Pública y Civil.
Fueron muchos los eventos y acontecimientos que pasaron en Puerto Rico y en Isabela durante las siguientes décadas. Algunos de estos eventos fueron: la primera protesta de esclavos ocurrida en Isabela (1841), el Código Negro (1847), la redacción de los 10 mandamientos de los hombres libres (1867), el Grito de Lares (1868) y la abolición de la esclavitud (1873). Nuestros ciudadanos residentes isabelinos siempre estuvieron preocupados por la “cuestión social” que no era otra cosa que el prejuicio y discrimen racial contra los africanos. A los 54 años de haberse fundado nuestra Plaza Pública y Civil el Consejo Municipal la bautizó con el nombre de Plaza de la Concordia un 13 de abril de 1873.
Con este nombre nuestro Gobierno Municipal quiso dejarle saber a nuestros esclavos y libertos que con la abolición de la esclavitud ocurrida el 22 de marzo de ese año, se había logrado un estado de paz y armonía en la sociedad civil puertorriqueña. Isabela fue el único pueblo de la isla que bautizó la Plaza Pública para simbolizar la magnitud de este evento. Nuevamente la Plaza, esta vez a través de su nombre representó los anhelos de una sociedad mas justa y equitativa para todos. La Plaza de la Concordia de Isabela mantuvo su nombre por los restantes 27 años y hasta finalizado el siglo XIX.
Con la llegada de un nuevo siglo y unos nuevos estilos de gobierno para Puerto Rico, producto de la guerra cubano-hispano-americana, nuestra isla paso a manos de los Estados Unidos. Para los isabelinos la llegada del sistema democrático estadounidense representó sus ansias de libertades y derechos que no habían tenido, pero que muchos de sus hijos le habían reclamado a España.
El Consejo Municipal decidió para verano de 1900 cambiar el nombre de la Plaza y re-bautizarla con el nombre de la Plaza Corchado en honor a Manuel Corchado y Juarbe, fiel defensor de los derechos puertorriqueños, opositor tenaz de la pena de muerte y ferviente defensor de la abolición de la esclavitud. El ilustre isabelino fue un vivo ejemplo de lo que es la concordia. Una vez más la Plaza Pública a través de su nuevo nombre representó las aspiraciones de los isabelinos por tener las bondades y derechos de la democracia.
Con la llegada del nuevo milenio, nuestra Plaza se remodela para atemperarla a las necesidades de convivencia social y desarrollo económico logrando así su propósito de entrelazar las aspiraciones individuales y los sueños colectivos para una mejor calidad de vida para todos los isabelinos y residente de Isabela.
V- Pueblo de Isabela
Fue muy acertada la ubicación del pueblo de Isabela. Estos llanos costeros de noroeste le brindaron a sus residentes y vecinos la prosperidad económica que tanto anhelaban. Isabela contaba con terrenos fértiles que prontamente se convirtieron en haciendas y estancias donde se cultivaron diferentes frutos, como tabaco, caña, maíz, algodón, frijoles, yuca, plátano y batata. Hoy, de esa historia agrícola nos quedan agricultores que cultivan yuca, plátanos y granos. Los terrenos de la estación experimental continúan cultivándose como en el pasado, cuando fue una de las haciendas más prósperas en el siglo XIX. Isabela siempre se ha caracterizado por ser el mayor productor de Yuca en Puerto Rico y en el presente cuenta con la primera fábrica procesadora de Yuca en toda la Isla.
Su centro urbano ha jugado un papel trascendental para el comercio isabelino. En el siglo pasado representó el lugar por excelencia para la actividad económica. Contaba con una plaza del mercado y diferentes tiendas que invitaban a los residentes de los barrios a visitar el pueblo. Con el pasar de los años y la llegada de las mega-tiendas la actividad en el centro urbano disminuyó.
Hoy, al devolver la Plaza del Mercado al Centro Urbano, mejorar sus calles y aceras y remodelar y reforestar la plaza de recreo hacemos de éste uno mas atractivo para atraer al turista y visitante a nuestra bella ciudad de Isabela.