! Llegó el sábado!
Ese día, los tres hermanos al levantarse, organizaron sus mochilas para escaparse hasta la Poza Clara, que quedaba algunos metros cerca del acantilado.
Caminaron hasta el impinado acantilado, que ya conocían, bajaron por entre las raíces y piedras hasta llegar a la playa. Berto, el mayor de los hermanos siempre estaba pendiente de Luisito y Gaby. Luisito el mas traviezo de los tres, se alejo de ellos para ir a un pequeño estanque natural, escondido entre unos arbustos y rocas. Ese depósito de agua quedaba como a cien metros tierra adentro, de la orilla de la playa. El diminuto embalse estaba rodeado de vegetación, con arboles frondosos y variados arbustos, dándole sombra y verdor al pozo. Lo curioso es que el agua ennegrecida, por no recibir los rayos del sol, es agua dulce. Ese paraje tiene para muchos residentes y vecinos del lugar, cierta atmosfera de misterios, inaccesible a la razón, abriendo tus sentidos a lo desconocido.
Gaby, el más pequeño de los tres hermanos se percata que Luisito se alejó de ellos y avisó a Berto para buscarlo. Una vez los dos hermanos alcanzan a Luisito ,se encuentran con otros jóvenes en el lugar que se están tirando al pozo desde una piedra. La competencia que tenían era cuan profundo podían nadar para tocar el fondo del pozo. Berto que tenía gran habilidad para nadar y podía retener su respiración hasta por dos minutos, se motivo, y aceptó el reto de tirarse al pozo para llegar hasta el fondo. Así lo hizo por tres ocasiones, pero no pudo llegar. Comentaba que según iba profundizando el agua se tornaba mas fría, salada y con poca visibilidad y que al comenzar a subir se dejaba llevar por la claridad y el agua se iba calentando. Ya al llegar arriba el sabor del agua era dulce. Berto lo comenta con los demás muchachos y ellos le dicen que esa charca le llaman Pozo Brujo, que nadie ha podido tocar el fondo y que tiene agua dulce y salada. Lo cierto es que estudios realizados demuestran que el pozo conecta con las profundidades del mar. El nivel del agua cambia constantemente, sube y baja como las olas del mar, a diferentes horas del día, no importa cuanto llueva o cuan claro este el día.
Luisito por aquello de hacerse el gracioso pregunta: ¿Cuál era el encantamiento que el brujo hizo al pozo?, y se rió burlonamente.
Moncho, un veterano pescador que había llegado al lugar, estaba atento a la conversación y le comento a los muchachos que no se burlaran del lugar por que el pozo tenía un misterio oculto que su abuela le contó cuando niño.
Mama Yaya, decía que en las profundidades del pozo hay espíritus que buscan salir del fondo del mar y construyeron un túnel hasta la superficie de la tierra. Son tainos que fueron arrastrados por los maboyas en noches tormentosas atrapandolos en lugares miticos, llenos de poderes sobrenaturales. Nuestra isla fue poblada gracias a que estos valerosos tainos buscaron escaparse, pero muchos fueron convertidos en piedras por el sol y otros en arboles logrando proteger la salida, pero Guabirón, el portero del inframundo llenó de agua salada y dulce el túnel, para que los espíritus tainos no volvieran a Boriken. Son muy pocos los que saben que ese túnel es el pasaje por donde se pobló nuestra tierra, según el mito de la creación de los Tainos.
Berto, Luisito y Gaby quedaron atonitos y perplejos ante el relato del pescador que les dijo que contaran a sus amigos y familiares sobre el pozo brujo de Isabela. Al cabo de un rato decidieron irse para la playa a disfrutar de las espumosas olas que acarician la arena de la playa de Poza Clara. Atrás quedo Pozo Brujo arropado de vegetación y rocas guardando en sus oscuras y quietas aguas un pasaje secreto desde el inframundo prehistórico hacia nuestra realidad inmediata.
¡Atrevete a la aventura!
Ese día, los tres hermanos al levantarse, organizaron sus mochilas para escaparse hasta la Poza Clara, que quedaba algunos metros cerca del acantilado.
Caminaron hasta el impinado acantilado, que ya conocían, bajaron por entre las raíces y piedras hasta llegar a la playa. Berto, el mayor de los hermanos siempre estaba pendiente de Luisito y Gaby. Luisito el mas traviezo de los tres, se alejo de ellos para ir a un pequeño estanque natural, escondido entre unos arbustos y rocas. Ese depósito de agua quedaba como a cien metros tierra adentro, de la orilla de la playa. El diminuto embalse estaba rodeado de vegetación, con arboles frondosos y variados arbustos, dándole sombra y verdor al pozo. Lo curioso es que el agua ennegrecida, por no recibir los rayos del sol, es agua dulce. Ese paraje tiene para muchos residentes y vecinos del lugar, cierta atmosfera de misterios, inaccesible a la razón, abriendo tus sentidos a lo desconocido.
Gaby, el más pequeño de los tres hermanos se percata que Luisito se alejó de ellos y avisó a Berto para buscarlo. Una vez los dos hermanos alcanzan a Luisito ,se encuentran con otros jóvenes en el lugar que se están tirando al pozo desde una piedra. La competencia que tenían era cuan profundo podían nadar para tocar el fondo del pozo. Berto que tenía gran habilidad para nadar y podía retener su respiración hasta por dos minutos, se motivo, y aceptó el reto de tirarse al pozo para llegar hasta el fondo. Así lo hizo por tres ocasiones, pero no pudo llegar. Comentaba que según iba profundizando el agua se tornaba mas fría, salada y con poca visibilidad y que al comenzar a subir se dejaba llevar por la claridad y el agua se iba calentando. Ya al llegar arriba el sabor del agua era dulce. Berto lo comenta con los demás muchachos y ellos le dicen que esa charca le llaman Pozo Brujo, que nadie ha podido tocar el fondo y que tiene agua dulce y salada. Lo cierto es que estudios realizados demuestran que el pozo conecta con las profundidades del mar. El nivel del agua cambia constantemente, sube y baja como las olas del mar, a diferentes horas del día, no importa cuanto llueva o cuan claro este el día.
Luisito por aquello de hacerse el gracioso pregunta: ¿Cuál era el encantamiento que el brujo hizo al pozo?, y se rió burlonamente.
Moncho, un veterano pescador que había llegado al lugar, estaba atento a la conversación y le comento a los muchachos que no se burlaran del lugar por que el pozo tenía un misterio oculto que su abuela le contó cuando niño.
Mama Yaya, decía que en las profundidades del pozo hay espíritus que buscan salir del fondo del mar y construyeron un túnel hasta la superficie de la tierra. Son tainos que fueron arrastrados por los maboyas en noches tormentosas atrapandolos en lugares miticos, llenos de poderes sobrenaturales. Nuestra isla fue poblada gracias a que estos valerosos tainos buscaron escaparse, pero muchos fueron convertidos en piedras por el sol y otros en arboles logrando proteger la salida, pero Guabirón, el portero del inframundo llenó de agua salada y dulce el túnel, para que los espíritus tainos no volvieran a Boriken. Son muy pocos los que saben que ese túnel es el pasaje por donde se pobló nuestra tierra, según el mito de la creación de los Tainos.
Berto, Luisito y Gaby quedaron atonitos y perplejos ante el relato del pescador que les dijo que contaran a sus amigos y familiares sobre el pozo brujo de Isabela. Al cabo de un rato decidieron irse para la playa a disfrutar de las espumosas olas que acarician la arena de la playa de Poza Clara. Atrás quedo Pozo Brujo arropado de vegetación y rocas guardando en sus oscuras y quietas aguas un pasaje secreto desde el inframundo prehistórico hacia nuestra realidad inmediata.
¡Atrevete a la aventura!
4 comentarios:
Muy Interesante Relato. Nuevamente basado en su imaginacion, Fabula o existe documentacion.
Puede hacer referencias al material publicado?
Favor enviar a mabodamaca@gmail.com
Gracias
Correcion:
e-mail es mabodamaca.taino@gmail.com
Hermosa Historia sobre nuestro bello Pozo Brujo! Que si existe.
Que sorpresa haber encontrado tu Blog Ramon al buscar referencias sobre el Pozo Brujo. Dios te Bendiga Amigo! Milagros Santiago.
Hermoso relato sobre la Leyenda y sus protagonista mas aun ... Le felicito
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